INFORME NEGOCIACIÓN DISTRITAL

El 5 de enero de 2021 se le dio cristiana sepultura a la sub-mesa de salud de la mesa distrital de negociación, hasta el último minuto las organizaciones sindicales chocaron con el acantilado duro y escarpado del grupo de funcionarios inflexibles que la Alcaldía mayor designó como negociadores. El 6 de enero de 2021 empezamos a tratar de escribir a medida que entendemos con exactitud qué fue lo que realmente pasó.

Luego de 40 días hábiles, tal como lo establece el Decreto 160 de 2014, la administración y los sindicatos de trabajadores de la salud de las diferentes subredes y de la propia secretaría distrital de salud, pusieron un final lánguido a los esfuerzos, discusiones, acuerdos y desacuerdos que se dieron durante esos casi dos meses de interacción.

A finales del mes de Febrero de 2020 las organizaciones sindicales radicaron sus pliegos para la negociación sindical 2020, se respiraba optimismo, era el primer encuentro con una administración nueva, por la que muchos  apostaron y que había demostrado ser receptiva a nuestras necesidades y perspectivas, al punto que, muchas de ellas, quedaron plasmadas en una declaración política que  dieron en llamar “Pacto por la salud”, en la que , palabras más, palabras menos , se pronunciaba la entonces candidata, Claudia López, acerca de tópicos relevantes en relación con la problemática de la salud:

  1. La aplicación plena de la ley 1751 de 2015- Ley estatutaria de la salud
  2. El reconocimiento de la salud como derecho fundamental
  3. El fortalecimiento de la Atención Primaria en Salud y la recomposición de los equipos de salud domiciliaria.
  4. La garantía de la atención en salud para la población de Bogotá, su accesibilidad, disponibilidad y calidad
  5. Las adecuadas gobernanza y gobernabilidad del sistema de salud de Bogotá
  6. El fortalecimiento de la red pública hospitalaria, su adecuada dotación, financiación y mantenimiento
  7. El reconocimiento e intervención de las demoras y cuellos de botella en la atención a la ciudadanía
  8. La aplicación de medidas que descongestionen los servicios: Altas tempranas, atención domiciliaria, hospitalización en casa
  9. La historia clínica digital y en línea
  10. La aplicación del concepto de trabajo digno y decente para los trabajadores de la salud

Con la llegada de la Pandemia a nuestro territorio los parámetros se cambiaron, los plazos se corrieron y los contactos se hicieron más difíciles: En razón a las  nuevas condiciones epidemiológicas, luego de acudir a la reunión inicial informativa con la que se daría comienzo a la negociación 2020, se presentó en la Secretaría Distrital de Salud una novedad: La actual administración no aceptaba que se pudiera realizar, como se venía realizando desde años anteriores, la negociación sectorial, importante espacio de interacción y diálogo entre las organizaciones sindicales y la administración del sector salud de Bogotá,  al mismo tiempo que daba vía libre a las negociaciones institucionales o sea las que se llevarían a cabo con los nuevos gerentes de las subredes integradas de servicios de salud y con la propia secretaría para quienes trabajaban directamente a su cargo.

Fue un duro golpe, pero las acciones que se hubieran podido realizar para recuperar ese espacio que nos negaban, debieron aplazarse en virtud de la llegada de los primeros casos de coronavirus.

Durante los meses siguientes la bancada sindical inició un lento y difícil proceso para resolver sus diferencias, en efecto, sorprendentemente, luego de haber pasado por situaciones que deberían haber fortalecido en lugar de debilitar la unidad y la confianza, se presentaron situaciones que evidenciaron una lamentable división entre la bancada tradicional y los sindicatos gremiales médicos, aunados en el marco de lo que se ha reconocido como la ALIANZA MEDICA SINDICAL.

Se lograron llevar a cabo las negociaciones institucionales, todas ellas exitosas con mayor o menor dificultad en las cuatro subredes integradas de servicios de salud y en la propia Secretaría Distrital de salud. A comienzos de noviembre fuimos llamados a hacer parte de la mesa distrital, sometidos a un exigente escrutinio, terminamos bastante diezmados todos los sindicatos de la bancada de salud al aplicarnos un algoritmo para el cálculo del número de negociadores. Cumplidas las estrictas condiciones impuestas, dentro del marco regulatorio del Decreto 160 de 2014, iniciamos una novedosa experiencia: Haríamos parte de una subdivisión de la mesa Distrital, un capítulo aparte, que se dio en llamar “Sub-mesa de salud”.

A ese nuevo espacio llegamos con las esperanzas exacerbadas, aún con suspicacias y discrepancias entre nosotros, mismas que, por fortuna, se fueron resolviendo paulatinamente. Dimos comienzo a la negociación una vez instalada la mesa distrital de la cual seríamos un apéndice especializado. En las primeras de cambio la interacción funcionó y marchó en forma ágil, generando entre todos un mayor e invencible sentimiento de optimismo, mismo que lamentablemente empezó a disminuir cuando llegamos a tocar puntos críticos como los compensatorios y la política laboral.

Las negociaciones se tornaron más difíciles, las posiciones se tornaron más discrepantes, los enunciados aprobados de los puntos del petitorio acordados, así como las opciones que finalmente no pudieron ser acordadas, se hicieron cada vez más esforzados, la corriente del diálogo se tornó cada vez más turbia y aparecieron con cada vez mayor frecuencia los desacuerdos irreconciliables.

Al último día de las negociaciones llegamos con apenas 24 puntos aprobados y con un faltante de no menos de 40 peticiones, sin contar con las peticiones del pliego de la ALIANZA MÉDICA SINDICAL que fueron inexplicablemente relegadas a un segundo plano por la administración.

Los compañeros de SINDISTRITALES, SINDESS, SINCOEST y SINALTRAESES habían detectado y documentado lo que parecía ser una violación del acuerdo firmado en la Subred Integrada de Servicios Centro Oriente, respecto a la secuencia de los turnos en días festivos y dominicales, exigían se revisara y corrigiera lo pertinente y se garantizara en lo sucesivo el estricto cumplimiento de lo acordado al respecto. Llegaron también evidencias aportadas por la organización gremial de Enfermería en relación con la asignación a las enfermeras jefe de funciones relacionadas con el trámite de las remisiones, actividad que venía siendo realizada por el grupo de operadores de radio de las subredes. Por último, se hizo patente la indignación por la manera como el Secretario de Salud, Dr. Alejandro Gómez, eludía la concesión de una cita a las organizaciones sindicales tradicionales, para tratar acerca de las inquietudes que los dirigentes sindicales recogían y evidenciaban acerca de los problemas que se presentaban en las diferentes subredes.

La Administración tomó las denuncias en forma ligera, hizo inicialmente promesas inespecíficas, cambió la propuesta de la bancada de programar un encuentro con el secretario en los siguientes quince días por una muy gaseosa propuesta de hacerlo en un lapso de un mes, se habló vagamente de revisar las planillas donde se evidenciase la presunta falta e incumplimiento de los acuerdos firmados. Ante la dura reacción de la bancada la administración prometió revisar y corregir, si se documentaba un error o incumplimiento las planillas de turnos, pero la bancada reaccionó levantándose de la mesa alrededor de las 19:00 horas y acudiendo masivamente a la mesa Distrital donde los negociadores expusieron su caso, recibieron el apoyo de las grandes centrales y federaciones presentes y, por presión de éstas y de otros sindicatos, ante la amenaza de clausurar la mesa distrital, la Secretaría general de la Alcaldía Mayor intervino para garantizar  en los siguientes tres días la cita con la gerencia de la Subred Centro Oriente para documentar las fallas denunciadas y tomar de una vez los correctivos y en seis días para una cita con el Secretario de Salud.

Eran las 23:00 horas cuando nos devolvimos al escenario virtual de la sub-mesa de salud, el tiempo, ese implacable, marchaba sin descanso, la hora final del plazo se acercaba, a las 24 horas del día 5 de Enero la negociación terminaría, se intentó convencer a los negociadores de la administración en la sub-mesa de extender razonablemente el plazo para poder darle trámite a la mayor cantidad de puntos restantes, se expusieron ejemplos de situaciones similares en el orden nacional y distrital donde se ha podido extender el plazo, pero una vez más nos encontramos con el acantilado duro y escarpado del grupo de funcionarios inflexibles que la Alcaldía mayor designó como negociadores y la respuesta fue negativa.

Exhaustos, decepcionados e indignados, la bancada sindical de salud, obrando en unidad, reiteró su decisión de levantarse de la mesa sin acuerdo y se dio entierro de tercera, cremación anónima, a este espacio de negociación.

Talvez no hayamos podido obtener la aprobación de algunos puntos beneficiosos para nuestros afiliados y, en general, para los trabajadores de la salud, pero obtuvimos algo inmensamente valioso En el fondo de ese oscuro saco de decepción y amargura, como en la caja de Pandora, brillaba al igual que la esperanza, una hermosa y relumbrante joya: La unidad sindical.

CARLOS FAJARDO MD

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