UN PLAN NACIONAL DE VACUNACIÓN CON PERFIL DE PAÍS SUBDESARROLLADO
Leonardo García Rojas
Presidente Colegio Médico de Cundinamarca y Bogotá
El Plan Nacional de Vacunación -PNV- de Colombia tiene como soporte la Ley 2064 de diciembre del 2020 [1] , el Decreto 109 de enero 29 de 2021 [2] y la Resolución 161 de febrero de 2021 [3] que le dan los lineamientos legales, técnicos y operativos.
El plan de vacunación aprobado está dentro del contexto global que ha caracterizado esta pandemia, los liderazgos individuales, por encima de las respuestas articuladas entre países, academia, centros de investigación y producción, que ha tratado de implementar la OMS, como por ejemplo con el mecanismo COVAX [4] . Este criterio individual no permitió una negociación de forma unida frente a las compañías multinacionales farmacéuticas, que lograra una distribución equitativa a nivel mundial.
A un mes de su inicio, el principal problema del PNV es no tener la certeza de la llegada de las vacunas adquiridas, lo que nos lleva a la incertidumbre, el desorden y la improvisación como a diario lo muestran las graves denuncias. Simplemente no se puede seguir un plan.
Hasta el momento los resultados son los siguientes:
- Disponibilidad proyectada de vacunas para todo el país al 30 de marzo: 4.712.900
- Vacunas recibidas por el país al 20 de marzo: 3.205.556 (68% de cumplimiento)
- Total de dosis aplicadas a nivel nacional: 1.182.098
- Dosis entregadas a Bogotá: 317.040
- Total de dosis aplicadas en Bogotá: 238.081
- Primera dosis aplicada en Bogotá: 208.581
- Segunda dosis aplicada en Bogotá: 29.500
- Avance en vacunación en Bogotá: 3,60%
El ritmo de vacunación es bajo, a cuenta gotas, con pérdida de tiempo entre el momento en que se tiene el biológico y su aplicación, por medidas muy centralizadas dispuestas por el Ministerio de Salud y en la desconfianza a la participación de los territorios.
Se han evidenciado fallas en la logística, los controles, los formatos, el manejo de papeles es más importante que la misma aplicación de la vacuna. El PNV se encuentra desarticulado del Programa Ampliado de Inmunización -PAI- que realizan las secretarías de salud pública en todo el territorio, quienes cuentan con un recurso humano experimentado y con décadas de resultados exitosos.
LA VACUNACIÓN: otra oportunidad perdida en la construcción del conocimiento para Colombia.
La vacunación contra el Covid 19 se puede considerar como la última oportunidad que nos da la pandemia para que el país participe en la investigación en salud, pero muy poco se ve al respecto. Mientras tanto ¿Qué hemos hecho? Esperar; tratar de negociar con la industria farmacéutica; si llegan más o menos vacunas, más o menos rápido; priorizar; delegar la responsabilidad del Estado en los privados -las EPS.
La vacuna es un hito muy importante en un país en donde el número de casos es muy bajo, que no es la situación de Colombia, ya que somos el país 11 con más infectados en el mundo. El estudio de seroprevalencia realizado en noviembre del 2020, mostró en promedio el 30% de contagio nacional. Hoy, después de la segunda ola, podríamos afirmar que estamos por encima del 50% y, posiblemente esta cifra de contagio continuará aumentando, cosa que no podemos saber ya que el gobierno Duque prácticamente abandono el número de pruebas de detección. Las proyecciones nos muestran que, hacia junio o julio de este año, estaríamos cerca al 70% de la población contagiada, lo que convierte al PNV en un instrumento político y demagógico, que promete vacunar a 35 millones de habitantes, cuando ya es demasiado tarde, y mientras tanto continuamos en la incertidumbre de si llegan las vacuna y si se pone más rápido o no.
Según la información suministrada por el Ministerio de Salud, la disponibilidad proyectada de vacunas es la siguiente:
Ya se incumplieron las metas del mes de febrero y vamos para incumplir nuevamente la trazadas para marzo. Si tomamos como punto de partida los datos existentes de contagio y muertos a la fecha, tenemos que el 91% de los fallecidos son mayores de 50 años. Esta población se convierte en el objetivo número 1 a cubrir, que en Colombia es de aproximadamente 12.200.000. Si ya tenemos el 50% de contagio, se reduce a 6.100.000 y si le agregamos la población menor de 50 años, con comorbilidades, en especial la obesidad mórbida, y, otros sectores estratégicos de la población a cubrir, como los trabajadores de la salud, los de los organismos de atención de emergencias y de seguridad, entre otros, podrían ser máximo otros 2.000.000 de habitantes, para una población prioritaria de un poco más de 8.000.000, que según la llegada de vacunas, la estaríamos cubriendo hacia el mes de junio o julio. Esta focalización sería más realista y efectiva, a la que se tiene proyectada actualmente.
El PNV no solo es demagógico, es también mediocre, por la actuación que ha tenido nuestro país frente a las patentes. En la cumbre de PROSUR el presidente Duque expresó que las vacunas deben ser un bien público. Opina lo contrario ante la asamblea de la OMC donde, para ser coherente, debería haber votado por declarar la moratoria transitoria de las patentes, en situaciones excepcionales como la actual emergencia pandémica. Pero no. El voto de Colombia fue vergonzoso al sabotear y bloquear un consenso que llevaría a liberar la propiedad intelectual, permitiendo la producción más amplia de vacunas y en más países. Duque se puso del lado de los Estados Unidos y los países ricos, argumentando que se necesitaban mayores estudios para tomar la decisión, es decir, cuando termine la crisis pandémica.
RESIGNADOS A APLICAR VACUNAS: sin participación alguna en estudios de Fase III de su producción
Desde un comienzo se ha dicho que la aplicación de las diferentes vacunas, hace parte de la Fase III, lo que nos convierte en población experimental. Nuestro país no ha comprendido lo que encierra dicho proceso y no se aprovecha esta oportunidad para colocarla al servicio de la ciencia y la construcción del conocimiento.
Colombia no participa en la recolección sistemática de información valiosa para estudiar, aprender, aportar en avances de la ciencia. No se están evaluando enfoques alternativos como la combinación de vacunas, estudio de dosis, espacio de tiempo entre dosis, protección inmunológica, etc., que permitan dar respuestas a las múltiples preguntas que actualmente se plantean. Nos limitamos a lo que diga la ficha técnica de la vacuna o el inserto que viene con ella. Es decir, mantenemos un perfil absolutamente dependiente en lo científico y tecnológico, continuando el camino de la pérdida total de la soberanía, también en el campo del conocimiento y la investigación.
En conclusión, esta pandemia no se ha aprovechado como oportunidad para brindar apoyo a los equipos de investigación en salud, de fortalecer importantes instituciones como INS, el IETS y el INVIMA. Al terminar la pandemia, nos encontraremos ante un país más pobre y atrasado, no solo porque retrocedimos en material social, económica, de salud, sino por la distancia cada vez mayor, con los países que generan conocimiento científico.
[1]
Ley N° 2064 de 2020 «por medio de la cual se declara de interés general la estrategia para la inmunización de la población colombiana contra la covid-19 y la lucha contra cualquier pandemia y se dictan otras disposiciones»
[2] Decreto 109 de enero 29 de 2021″Por el cual se adopta el Plan Nacional de Vacunación contra el COVID-19 y se dictan otras disposiciones»
[3] Resolución 161 de 2021 Ministerio de Salud y Protección Social Por la cual se establecen los criterios y condiciones para la distribución, asignación y entrega de las vacunas en el territorio colombiano, en el marco del Plan Nacional de Vacunación Contra el COVID-19
[4] COVAX es el Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas contra el COVID-19, conformado por la coalición de 172 países que busca garantizar la vacuna para todos los países, especialmente los más pobres. COVAX está dirigido por tres entidades: la OMS, la asociación Gavi Alliance (The Vaccine Alliance) y la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI)