EL EJERCICIO MÉDICO EN LA AMAZONÍA COLOMBIANA: ILUSIONES Y REALIDADES

                                                           “Soy un hijo de la selva, un hermano del tucán,
                                                           mi carcaj abunda en flechas y en hevea el siringal.
                                                           Soy Tucano selva mía y te quiero con furor
                                                           yo por ti morir podría y me muero por tu amor”

Nuria Elvira Losada Posada

Colombia forma parte de los países de Suramérica que tienen la fortuna de incluir en su territorio parte de la Selva Amazónica, una de las últimas reservas naturales del mundo, rica en agua, oxígeno y biodiversidad, habitada por pueblos indígenas, mestizos y colonos que migran a esas tierras en busca de un futuro mejor….

Dicen que en la selva se entierran esperanzas: la “manigua” se encarga de hacer olvidar muchos buenos propósitos, creo que también se siembran ilusiones y se recogen triunfos y fracasos. El citadino que decide trabajar en los departamentos de Vaupés, Guaviare, Guainía, Amazonas y Vichada, debe tener muy presente el precio que se paga por disfrutar de aire puro, un hermoso paisaje y una vida diferente.

En el caso de los profesionales de la salud, trabajar en áreas marginadas, de difícil acceso,

Zona roja en algunos casos, clima cálido húmedo, donde el principal medio de transporte es la lancha o la canoa, en las que se recorren ríos inmensos y caudalosos, con raudales o cachiveras, ricos en peces como el Pirarucú, una de las especies de agua dulce más grandes del mundo, el Guaracú, el Bocón, la Payara, la Palometa, etc. Son estos ríos el Vaupés, el Guaviare, el Guainía, el Inírida, el Atabapo, el Amazonas, entre otros. Las Secretarías de Salud organizan Brigadas periódicamente, ellas están conformadas por médico, odontólogo, bacteriólogo, auxiliar de enfermería, auxiliares de vacunación y promotores de saneamiento ambiental; estos grupos llevan alimentos y provisiones para 1 o 2 meses, además transportan combustible y medicamentos para atender a las comunidades indígenas que habitan las riveras de los ríos.

En el Vaupés se encuentran comunidades Indígenas como los Tucanos, Cubeos, Desano, Barasano, Piratapuyos, en el Guainía Curripacos, Sikuani, etc. en el Guaviare Nukak, Wanano, Puinave, entre otros. Estas etnias tiene sus propias culturas ancestrales, cosmovisión, cada grupo tiene su propia lengua  y diferentes  rituales, viven de la caza y la pesca, cultivan la yuca brava, con la que preparan el “casabe” y el “mañoco”, platos que junto con el pescado, la “fariña” (derivado de la yuca brava) y la “quiñapira” sirven para preparar platos típicos como el ajicero (sopa de pescado con ají), a la que se adiciona el mañoco. En épocas de subienda, organizan “dabucurís”, rituales vivos en las selvas del Vaupés.

Se convierte la selva en una “Escuela para la Vida”, en la parte asistencial el médico general, debe atender toda clase de enfermedades tropicales, paludismo, leishmaniasis, mordedura de serpiente; en los niños, enfermedades respiratorias, enfermedad diarreica aguda, desnutrición, parasitismo intestinal. Se diagnostican con frecuencia, enfermedades reemergentes como la Tuberculosis que diezma poblaciones indígenas.  Se tiene otra mirada de la salud y los hospitales son de puertas abiertas, cuando llegábamos a pasar revista nos encontrábamos con otra realidad: paciente de la cama 1, se “picurió”, paciente de la cama 2, se “picurió y a la hora que llegaba el avión todo el mundo corría hacia el aeropuerto a esperar gente nueva, visitantes, amigos, encomiendas, cartas. Los viernes, los pacientes del programa de Tuberculosis iban a la discoteca y cuando se les preguntaba qué hacían allí, sin ningún asomo de pena respondían: lo mismo que Usted….

En la parte administrativa, el médico general es el director del hospital o del centro de salud, teniendo bajo su responsabilidad el manejo del presupuesto y del personal. En algunos casos es además Médico legista. En lugares apartados, debe realizar cirugías como cesáreas, laparotomías, herniorrafias, apendicectomías, entre otras.

Adicionalmente, en las zonas rojas, el médico debe enfrentar realidades como la violencia, el conflicto armado, los enfrentamientos entre diferentes grupos, que muchas veces, a pesar de ser Misión Médica y de aplicar el principio de neutralidad y cumplir con el Juramento Hipocrático, lo convierten en objetivo militar.

Sumado a las anteriores, nos queda vivir la realidad de la salud en Colombia, con la actual crisis estructural por la que atraviesa  la Ley 100 y las graves falencias de las EPS en estos departamentos y regiones olvidadas de la otra Colombia, donde solamente hay hospitales de primero y segundo nivel,  los pacientes  mueren en silencio porque no van a las Instituciones de salud o cuando llegan y necesitan ser remitidos a otros hospitales de Villavicencio o Bogotá, los traslados de pacientes graves se hacen en avionetas medicalizadas, cuyo costo promedio supera los $20.000.000 , razón por la cual muchas veces no llegan o llegan tarde.

Nos queda preguntarnos qué hacer para ejercer la medicina en estos lugares especiales, con todas las garantías para la atención integral de todos los pacientes y para el personal de Salud.

¡Salud para todos los Colombianos!

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