LA PATRIA POR ENCIMA DE LOS PARTIDOS

Fundamental la propuesta de la señora alcaldesa de Bogotá DC, de crear un programa de educación y empleo para los jóvenes y esa necesaria renta básica para las familias que cayeron de la pobreza a la pobreza extrema durante la pandemia y poder así minimizar el grave impacto de manera inmediata, mientras se encuentran soluciones de corto y mediano plazo.

Casi siempre las opiniones y posiciones de la alcaldesa de Bogotá CLAUDIA LOPEZ, generan polémica y controversia en la opinión pública, aunque hay que decir que son opiniones dentro de un contexto profesional y académico muy importante dada su formación en Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, su maestría en administración pública y política urbana de la Universidad de Columbia en Nueva York y por supuesto, su doctorado en ciencia política de la Universidad de Northwestern en Chicago.

A pesar de ello, debo aclarar, que no he compartido muchas de sus decisiones y que tampoco comparto su estilo de liderazgo político que se mueve entre lo auténtico y lo mesiánico, y que obviamente no vote por ella para la alcaldía de Bogotá, sin que ello signifique,  que no deba reconocer los esfuerzos y el abnegado trabajo en temas como el de la salud  al que le ha brindado todo su apoyo, designando un secretario y un equipo de salud que ha hecho los mejores esfuerzos para afrontar esta pandemia, tal vez el mayor problema de nuestro país en los últimos 100 años y que como resultado de ella, se ha generado una grave crisis económica, social y política, creando una triada de problemas en la construcción y ejecución de políticas públicas, un gran problema de salud pública y finalmente un grave problema de orden público,  que quizás hoy, es el mejor ejemplo de lo que se denomina una SINDEMIA, un neologismo creado con la unión de las palabras sinergia y epidemia, que acuñó el profesor Merrill Singer, y que suelen ser consecuencia de la inequidad no solo en salud, sino también económica, causada por la pobreza, y  la violencia estructural, todo ello en un contexto social, político y económico muy complejo como el que afronta nuestro país.

Dicho esto, creo que es muy interesante escuchar la exposición que hizo recientemente la alcaldesa, que comparto es el camino lógico y sensato, como se debe abordar este tipo de situaciones, reconociendo ante todo las fallas que eventualmente se puedan haber presentado de lado y lado y establecer mecanismos presupuestales y técnicos para resolver los problemas.

Fundamental su propuesta de crear un programa de educación y empleo para los jóvenes y claro, esa necesaria renta básica para las familias que cayeron de la pobreza a la pobreza extrema durante la pandemia y poder así minimizar el grave impacto de manera inmediata, mientras se encuentran soluciones de corto y mediano plazo.  No menos importante, resulta la atención humanitaria y la inversión en temas que generen empleo y la creación de esa plataforma de dialogo e interlocución liderada por las universidades entre ellas la de los Andes y el compromiso de su rector Alejandro Gaviria en este proyecto y el PNUD, que sin duda ayudará y hará mucho más transparente y productivo un dialogo sincero y constructivo con los jóvenes del país, quienes hay que decirlo son los verdaderos interlocutores de la situación actual y por eso, su invitación a ellos para construir esos puentes con el estado,  es la más acertada.

Así mismo, estimular la participación en la actividad política de los jóvenes para cambiar esas viejas costumbres y emprender la verdadera transformación que necesitan estas corporaciones públicas, al tiempo de adelantar reformas estructurales, sin menoscabo por la urgencia de atender esa aplazada y necesaria reforma fiscal y otras también muy urgentes como la de la justicia, de la policía y la de anticorrupción, inexplicablemente aplazadas por muchos años.

Creo que el mensaje de la alcaldesa hay que escucharlo sin apasionamientos, sino más bien, en el ánimo de construir entre todos consensos, que nos permitan avanzar rápidamente en un trabajo de reconstrucción nacional, como dijo el general Benjamín Herrera  “la patria por encima de los partidos” y hoy hay que anteponer el bien supremo de la paz y la reconciliación a los intereses de algunos que han volteado las prioridades a las ambiciones electorales y el ego de sus caudillos y que ya la gran mayoría de colombianos los vemos como un obstáculo para lograr superar estos difíciles momentos, aquí antes de pensar en elecciones y candidaturas, hay es que dialogar, sembrar para cosechar y andar despacio, porque vamos de afán.   

Fernando Salgado MD.

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