ESA MARAVILLA LLAMADA CEREBRO: LA REALIDAD

Hasta ahora hemos creído que el cerebro es un órgano más del organismo que cumple con coordinar las actividades básicas para que este pueda funcionar adecuadamente, al regular los demás órganos y para las funciones cognitivas y de pensamiento. Pero ahora, una variante de la neurología: La neurociencia; analiza al ser humano, desde todos los aspectos posibles: su desarrollo, su conducta social, su filosofía incluso su psiquiatría, dando un nuevo concepto de lo que realmente es el cerebro, ese órgano tan complejo que apenas ahora se está comenzando a descubrir para mostrarnos que somos como somos gracias a él.

Comienza por confirmarnos un viejo principio hermético: “Todo es mental”. La realidad es algo ilusorio, no tiene ruidos, colores o aromas. La realidad es lo que nuestro cerebro nos procesó para percibirla. Cuando nacemos, nuestro cerebro es como un computador recién reseteado, a medida que vamos teniendo experiencias va procesando la forma de percibir la realidad y va creando un “modelo interno” de ella. Los sentidos aportan los elementos primeros: El gusto, el olfato, el oído y el más importante la vista, todos en conjunto aportan la información necesaria para construir la realidad que percibimos, pero estos elementos requieren ser sincronizados 

Vivimos en el pasado. Percibimos un sonido 2 décimas de segundo después que se ha producido y un haz de luz 4 décimas de segundo después de producida, porque, a pesar de que la luz es más rápida que el sonido, los mecanismos que tiene el cerebro para procesarla son más complejos. De hecho, la imagen hace una primera parada por el tálamo y la envía filtrada a la parte posterior dedicada a la visión y que ocupa una tercera parte del total del cerebro, y si se trata de un acontecimiento, tardamos medio segundo en percibirlo completamente, es el tiempo que tarda el cerebro en recoger la información, filtrarla, editarla y hacer el acontecimiento consciente. Bueno, ni tan completo, apenas una síntesis con lo más importante que nuestro cerebro considera que hay que ver. Eso lo podemos apreciar mejor cuando vemos un cuadro con muchos objetos durante 10 segundos y luego tratamos de recordar la cantidad precisa de los objetos, al volver a ver la foto podemos verificar que hay muchos detalles que hemos pasado por alto. Por otra parte, nos da una imagen fija: Si estamos contemplando un paisaje, por ejemplo, no lo vemos que se distorsiona o se mueve, sin embargo, nuestros ojos se han estado moviendo unas 4 veces por segundo.

El “modelo interno” que nuestro cerebro ha creado desde nuestro nacimiento con las experiencias que hemos tenido.  Es un patrón que se está actualizando continuamente, simplemente lo que hace es comparar lo que está viendo o sintiendo, con el modelo; lo redefine y lo actualiza. Pero también necesita de la interacción de otras redes, que son de las personas que nos rodean y de esta forma emerge nuestra propia realidad

La realidad es la máxima creación del cerebro y está dentro de nosotros mismos, recibe la información de los sentidos, pero no depende de ellos. Una forma de comprobarlo se hizo al oír la experiencia de presos que tuvieron que pasar varios días en completa oscuridad como castigo. Sin estímulos visuales ni auditivos, los presos, en poco tiempo, crearon su propia realidad, no eran imaginaciones, eran imágenes reales.

El tiempo igualmente depende de las situaciones que se le presentan al cerebro. Quienes hemos sufrido un accidente al recordarlo, lo vivenciamos como en cámara lenta, el tiempo trascurre lentamente a pesar de que solo ocurre generalmente en fracciones de segundo. Esto ocurre porque al estar en peligro el cerebro activa unos núcleos llamados amígdalas y esta alarga el tiempo para darnos más oportunidad de reaccionar.

Desde pequeños aprendemos que tenemos 5 sentidos, pero en realidad tenemos 9:

 – La propiocepción que nos permite conocer la posición relativa de las partes de nuestro cuerpo, sabemos en donde se encuentran solo con pensarlo, no necesitamos ver, por ejemplo, el dedo gordo del pie para saber en donde esta y en qué posición se encuentra

– Nocicepción o la capacidad de percibir el dolor como un todo, los receptores del dolor solo son el desencadenante para que este sentido funcione y se registre en la corteza para prevenirnos del peligro que se está presentando.

– La termocepción o la capacidad de percibir el calor o el frio, estos termorreceptores no son tan definidos como en otros animales, particularmente los predadores.

– El sentido del movimiento que se encuentra en el oído y que nos ubica con respecto al espacio como lo vamos a explicar.

Estamos inmersos en 2 “energías” grandes. Una de ellas es la fuerza gravitacional, la sensación de peso, estabilidad y equilibrio la realiza una parte del oído: El sistema vestibular. Una persona ciega puede orientarse, pero si es sorda pierde el sentido de la vida al perder un componente para la conformación de su realidad: La interconexión con sus cogeneres. Por otra parte, la capacidad de saber en dónde estamos ubicados y de mantenernos adecuadamente en el sitio y de corregir nuestra estabilidad cuando estamos a punto de caer. Capacidad que se pierde momentáneamente cuando nos ponemos a dar vueltas ininterrumpidamente por un lapso.

La otra “energía” es el espectro electromagnético que son ondas electromagnéticas que se encuentran en nuestro medio. Cuando la radiación electromagnética choca con un objeto, algunas de estas ondas rebotan y son capturadas por nuestros ojos, dependiendo de la longitud de onda se define un color con el que definimos un objeto, esas ondas son descomposición de las ondas de luz que podemos apreciar cuando aparece el arco iris. La luz visible a nuestros ojos es una parte del espectro electromagnético que ocupa una parte ínfima, comprende una longitud de onda de 0,4 a 0,8 micrómetros, su tamaño corresponde al pequeño arco iris que se aprecia en el centro de la imagen.

Sabemos que la realidad de cada uno de nosotros no es exactamente igual. Un ejemplo claro son las personas que tienen sinestesia. Son aquellas personas que identifican un color con un sonido, las letras adquieren una tonalidad. Para otras personas, como Rimsky – Korsakoff, es la música la que adquiere colores, otras lo relacionan con un olor o sabor, en fín son la muestra que cada uno de nosotros vive una realidad diferente.

En definitiva, la realidad es lo que el cerebro de cada uno de nosotros nos dice que es.

JOSE MIGUEL PARRA MD

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